CELEBRACIÓN DEL DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD
Las
relaciones humanas Una
de las características más hermosas de las personas es la capacidad
de comunicarnos y relacionarnos con los demás. El hombre es un ser
en relación, como lo es Dios: es Un Solo Dios, en Tres Personas
Distintas, que se relacionan entre sí con un perfecto Amor que fluye
entre ellos. ¿Te has fijado que cuanto más te abres y te comunicas
con los demás, te sientes mejor y más realizado? Esto es porque
relacionarse con los demás nos enriquece, sobre todo cuando esa
relación es sincera y con el deseo de dar al otro. Pasa algo muy
extraño en las relaciones humanas; y esto lo puedes comprobar: cuanto
más damos, más recibimos y lo que no se da, se pierde. En el "tener"
acumulamos, luchando contra los demás; en el "ser" nos enriquecemos,
dándonos a los demás. Hay muchas formas de relaciones humanas, en
este caso, nos interesan las relaciones que tienen que ver con el
amor: podemos mencionar las relaciones familiares, las de amistad,
las del noviazgo y las de los esposos.
¿Qué
es el amor? El
amor es la forma más plena de comunicación y de relación humana.
Es fundamental para todas las personas. Todos necesitamos recibir
y dar amor. Pero esta palabra está tan manipulada y es tan compleja
que es necesario aclararla, para entender bien qué es amor. San
Juan nos dice: Dios es Amor, pero, ¿a qué tipo de amor se refiere?,
¿hablará de lo mismo que muchos entienden por "amor"?
Características
del amor incondicional:
-
No
se limita la libertad de nadie; al contrario, se la potencia,
invitando siempre a elegir el bien más alto, a superarse,
a crecer constantemente.
-
Ambos
toman conciencia de sus personas y de su dignidad. Se
sienten conocedores y conocidos, respetados y respetuosos,
amantes y amados: Yo quiero que tú seas tú y tú quieres
que yo sea yo.
-
No
hay asimilación ni posesión, sí hay reconocimiento. Se
forma una comunión de personas, es decir un "nosotros",
sin perder nada de nuestra singularidad.
La
relación humana del amor incondicional debe ser un camino para el
encuentro con Dios, quien da sentido y valor definitivo y estable
a cualquier relación de amistad y de amor humano.
Amor
en la familia
Las
relaciones familiares -entre padres e hijos, entre hermanos, primos,
abuelos y nietos, etc.- es decir, con las personas que Dios nos
ha puesto en la vida, sin que nosotros las elijamos, pudieran ser
en ocasiones difíciles, pues hay diferencias de edades, gustos y
preferencias; sin embargo, la familia es el lugar en donde podemos
ser como realmente somos y a la gente con la que vivimos aprendemos
a quererla, precisamente por eso, porque la conocemos bien.
Nadie te quiere tanto como tus padres, ni tan desinteresadamente;
aunque conocen todos los aspectos de tu personalidad, tus virtudes
y defectos, aun así te aceptan y te quieren. Lo mismo ocurre entre
hermanos, cuando viven en la misma casa, es común que discutan e
incluso que peleen, pero cuando pasa el tiempo y se tienen que separar,
entonces se valora más el amor que se tienen.
El amor en las familias es un ejemplo del
amor incondicional. Por eso en el día del amor y la amistad,
sería un buen detalle que demuestres la gratitud por todo lo que
recibes en tu familia, diciéndoles cuánto los quieres y cuánto valoras
que siempre estén a tu lado.
La
Amistad. La
amistad, comienza por la simpatía y el agrado que se siente al encontrarse
personas que tienen cosas en común con nosotros. Te empiezan a interesar
las cosas del amigo y tu encuentras con gusto que a él también le
interesan tus cosas. Es muy agradable saber que cuentas con alguien
que te quiere y te comprende y que comparte muchos de tus gustos
y de tus ideas.
Sin embargo, no se limita con esto la verdadera amistad, tiene ciertas
características y exigencias. El amor de amistad se convierte en
amor incondicional cuando buscas el bien de tu amigo. Cuando respetas
sus ideas. Cuando lo aceptas tal y como es, pero lo ayudas a crecer
y superarse.
El verdadero amor de amistad no es posesivo
ni exclusivo, más bien es abierto.
El mejor ejemplo del
amor de amistad es Jesús, recuerda sus palabras: "Nadie
tiene más amor que el que da la vida por sus amigos".
Ojalá que quienes tienes por amigos te puedan decir:
AMIGO,
porque eres:
Lazo que une pero no ata.
Estrella que guía pero no encandila.
Arbol que acoge pero no encierra.
Torrente que sacia pero no ahoga.
Brisa que alienta pero no adormece.
Piedra que sostiene pero no aplasta.
Mirada que examina pero no juzga.
Silencio que recibe pero no abruma.
Cadena que sujeta pero no esclaviza.
Palabra que previene pero no aflige.
Crisol que templa pero no envilece.
Hermano que corrige pero no apena.
Manto que cubre pero no asfixia.
Lima que pule pero no hiere.
Música que armoniza pero no uniforma.
Mano que acompaña pero no fuerza.
Oasis que reconforta pero no detiene.
Corazón que ama pero no reclama.
Ternura que protege pero no avasalla.
Imagen de Dios, precisamente.
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